Puede parecer que estoy de cachondeo, pero nada más lejos de la realidad. El fin de semana pasado descubrí algo que me dejó con la boca abierta: en Estados Unidos existen una serie de campamentos de verano especializados en hacer perder peso a niños con problemas de obesidad, que igual sabréis que es un grave problema en este país, o simple sobrepeso. Lo que leéis. Envías a tu hij@ allí y te garantizan pérdidas de peso alucinantes.
Algunos, como Camp Shane, tienen páginas web que recuerdan a los peores anuncios de productos adelgazantes en TeleTienda. Y traduzco de lo que dice el niño en el enlace: "Puedes creerte lo contento que estoy. Perdí 30 libras [unos 15 kg] en 9 semanas y pasé el mejor verano de mi vida. ¡Tú también puedes hacerlo!".
Otros, como el Camp La Jolla, dicen que no son un campamento dietético, pero luego sueltan que sus objetivos son "te convertirás en alguien mucho más delgada, más activa en deportes y actividades, y tendrás más confianza a la hora de hacer amistades. Este verano será el mejor de tu vida, perdiendo peso [...]". Y sueltan declaraciones de padres en que muestran su satisfacción de cómo de estilizados les devuelven a l@s hijit@s...
No puedo evitar preguntarme cómo puede ser que la solución a los malos hábitos alimenticios en casa se pueden solucionar con 9 semanas (¡atención!: aquí llegan a facturar a los niñ@s 2 meses; y luego hablaremos de conciliación familiar...) lejos de ella. ¿Y cuando vuelven con sus padres? ¿Siguen comiendo saludable o vuelven a la dieta habitual? ¿No sería mejor enviar a los padres al campamento dietético para que aprendan como alimentar a sus hij@s? Con la de comida que tienen aquí en los supermercados...
Algunos, como Camp Shane, tienen páginas web que recuerdan a los peores anuncios de productos adelgazantes en TeleTienda. Y traduzco de lo que dice el niño en el enlace: "Puedes creerte lo contento que estoy. Perdí 30 libras [unos 15 kg] en 9 semanas y pasé el mejor verano de mi vida. ¡Tú también puedes hacerlo!".
Otros, como el Camp La Jolla, dicen que no son un campamento dietético, pero luego sueltan que sus objetivos son "te convertirás en alguien mucho más delgada, más activa en deportes y actividades, y tendrás más confianza a la hora de hacer amistades. Este verano será el mejor de tu vida, perdiendo peso [...]". Y sueltan declaraciones de padres en que muestran su satisfacción de cómo de estilizados les devuelven a l@s hijit@s...
No puedo evitar preguntarme cómo puede ser que la solución a los malos hábitos alimenticios en casa se pueden solucionar con 9 semanas (¡atención!: aquí llegan a facturar a los niñ@s 2 meses; y luego hablaremos de conciliación familiar...) lejos de ella. ¿Y cuando vuelven con sus padres? ¿Siguen comiendo saludable o vuelven a la dieta habitual? ¿No sería mejor enviar a los padres al campamento dietético para que aprendan como alimentar a sus hij@s? Con la de comida que tienen aquí en los supermercados...
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