Paseos por París

Pues ya estamos de vuelta por los Estados Unidos, después de una semanita de vacaciones en París. No era la primera vez que iba a la ciudad (de hecho, el destino me llevó a ella unos poquillos días del año de 2001 a 2005 consecutivamente), pero sí ha sido la primera que estaba allí por motivos puramente turísticos. Y confirmo lo que siempre he dicho: vale mucho la pena verla. Personalmente, me quedo con ella antes que con NYC. Para muestra, unos cuantos botones.

He aquí una serie de fotos de lo que se puede ver, tomadas un poco al azar y huyendo un poco de lo más típico, que está muy visto:

El impresionante Panteón, donde, por una vez, no hay ni reyes ni gobernantes, sino escritores, científicos y filósofos como Voltaire, Rousseau, Hugo o Curie.

Escondidita al lado del Panteón, la iglesia de Sainte Geneviève, un descubrimiento más que agradable de esta visita.

El Grand Palais, que, en contra de lo que el nombre puede sugerir, no tuvo como objetivo el alojamiento de nadie, sino que se construyó para la exposición universal de 1900 y ahora aloja exposiciones y salones.

El Instituto del Mundo Árabe, famoso por esos agujeritos que veis aquí con más detalle:
y que no son más que rendijas que imitan el movimiento de un objetivo de una cámara o de nuestro iris ocular, y que sirven al usuario dentro del edificio para controlar la cantidad de luz que quiere en la sala correspondiente.

Una vista de la impresionante basílica del Sacré Coeur de Montmartre, barrio que algun@s recordaréis también por ser el lugar donde vive y trabaja la entrañable Amélie.

Y desde Montmartre, que está en una colina, hay una fantástica vista de la ciudad.

Para acabar, algo que realmente se podía ver en todos los lados en la ciudad:

Sí, TURISTAS a punta pala. El primer fin de semana, como coincidía con Semana Santa, me sentí como en casita: ¡todo el mundo a mí alrededor hablando castellano!

[Pronto, más, tanto aquí como en mi perfil de Flickr]