Tabula non Rasa, Año 2.0

Pues sí, ya hace dos años que decidí empezar a dejar constancia de mis experiencias al lado oeste del Atlántico (el izquierdo si miráis un mapa cualquiera), ya sea de hechos que acontecen aquí, en mi querida Españññña o sobre temas que me llaman la atención, como puede ser una buena canción.

Después de dos años, he pensado que la mejor forma de celebrarlo es haciéndole un lavado de cara al blog. Un lavado que implicara un formato un poco más evolucionado que el básico anterior, pero que también ganara en visibilidad y facilidad de lectura, además de no ser tan cargado de colores oscuros. Aquí está el resultado. Aunque se vea mucho más elaborado, debo decir que he sido un poco vago (Maty me matará si lee esto) y, de las tres plantillas que me llamaron la atención, elegí ésta por ser la que me ha parecido más fácil de usar sin tener que modificar gran cosa.

Como parte de la evolución a algo más 2.0, he optado por un diseño a tres columnas, en vez de dos, hecho que he aprovechado para añadir, además de las listas de canciones y la muestra de mis fotos, una sección con artículos que voy leyendo por ahí que me llaman la atención (al estilo "Bocados de ciberespacio") y para compartir con vosotr@s mi secreto para estar al día: los blogs que tengo en mi lector de sumarios de Google. Cada vez paso menos por las webs de los periódicos tradicionales y tiro más de esta maravilla de internet que permite seleccionar a qué tipo de información quiere acceder. Porque:

Si queréis información os la tendréis que ganar. No, nadie te la dará gratis. Ni siquiera pagando. Si quieres información tienes que sentarte delante del ordenador y pasarte un buen rato investigando por diversas webs internacionales. Es lo más parecido que puedes llegar a estar informado.

Elías, de La Lengua, dixit

¿Por qué un cambio precisamente en el 2º año? No es casual, ni mucho menos. Todo indica que 2008 va a ser el año de los cambios en mi vida más radicales que habré vivido y he pensado que el blog no podía ser menos. En fin, si os apetece, podéis animaros a criticar la imagen y la estructura. Prometo haceros caso... o no.