Centrando el problema de la sanidad en EE.UU.

Antes de empezar, derrumbemos parcialmente un pequeño estereotipo a la española.

"En EE.UU. no hay sanidad pública"


Bueno, es no es del todo cierto. Sí existen programas de sanidad pública. Lo que pasa es que no son universales, es decir, no cubren a todo el mundo.

Por ejemplo, a las personas mayores de 65 años que reúnen los requisitos adecuados les cubre Medicare. ¿Cuáles son esos requisitos? Véase:

1) Recibir o tener derecho a recibir beneficios de Seguro Social.
2) Recibir o tener derecho a recibir beneficios de retiro ferroviario.
3) El beneficiario o su cónyuge (vivo o fallecido, incluso cónyuges divorciados) debe haber trabajado lo suficiente en un empleo del gobierno donde se pagaron impuestos de Medicare.
4) Ser un padre o madre dependiente de alguien que trabajó lo suficiente en un empleo del gobierno donde se pagaron impuestos de Medicare.


Otro grupo cubierto por una sanidad pagada a través del gobierno es el de "personas de bajos recursos que no tienen seguro médico o que tienen un seguro médico no apropiado". Para ellos existe el programa Medicaid. Es éste "un programa federal/estatal conjunto, administrado por cada estado en particular. Cada estado establece sus propias normas de elegibilidad y cobertura dentro de los parámetros federales generales". Por ejemplo, aquí, en California, el programa se llama MediCal. Medicaid funciona, a grandes trazos, como la Seguridad Social española, es decir, sin que el usuario tenga que pagar nada por adelantado, a la excepción de algún copago, algo de lo que también se empieza a hablar seriamente en España. Sin embargo, el grupo de beneficiarios es muy restringido y suele requerir que, además de unos ingresos muy bajos, se cumplan otros requisitos como estar embarazada, discapacitad@ o cieg@. Así pues, os podéis imaginar que no cubre a mucha gente.

Finalmente, está el caso de los veteranos de guerra. Para ellos, el gobierno estadounidense también tiene un conjunto de programas, entre otros, de cobertura sanitaria, fragmentados en una serie enorme de diferentes categorías. Dicha cobertura también se extiende a los familiares directos, vía programas como el CHAMPVA.

Así pues, como veis, hay partes de la población en EE.UU. que sí están cubiertas por una sanidad publica que puede llegar a tener mejores beneficios que algunas coberturas privadas. Y además, son los grupos, a priori, más desfavorecidos. Así pues, ¿cuál es el problema de la sanidad en EE.UU.? Habréis oído sobre la estadística de los 45 millones de personas sin cobertura médica en el país, pero lo que a lo mejor no sabéis es que muchos de ellos son gente con ingresos de entre $20000 y $40000 anuales. Es decir, no son precisamente los más pobres. Y es que son gente que no cualifica para los programas públicos, pero que no se pueden permitir un seguro privado individual. Esta situación la describían hace no mucho por Barras y Estrellas:

En el mundo de los seguros privados hay básicamente dos grupos. Por un lado tenemos los afortunados que reciben su seguro médico a través de la empresa donde trabajan; este grupo incluye a más o menos la mitad de la fuerza de trabajo, con tendencia a la baja.


Si uno no tiene seguro privado de empresa, tiene un sueldo que le puede dar de comer, es menor de 65, no ha pasado por las fuerzas armadas y no tiene ganas de jugar a la ruleta rusa con su salud, no le queda más remedio que contratar un seguro privado individual. Es una opción realmente horrible; es más caro que un seguro de empresa [...], y si uno tiene una enfermedad crónica (diabetes) o antecedentes malos (haber superado un cáncer o un infarto) no lo va a asegurar nadie (las aseguradoras no pueden discriminar en seguros de empresa, pero sí pueden en seguro individual). Habitualmente uno acaba con una castaña de seguro auténtica pagando una barbaridad; lo más divertido, sólo desgrava fiscalmente si el nivel de gasto anual es realmente estratosférico.


Si seguís leyendo, os encontraréis con las propuestas al respecto del Presidente electo Barack Obama:

Obama quiere evitar dos líneas de ataque: primero, que su plan de salud obligará a los americanos a cambiar de seguro. A pesar que todo el mundo está pagando precios desorbitados por mala cobertura (el gasto de sanidad por cápita en Estados Unidos es el doble que en España [Nota propia: si miráis los números del segundo enlace, veréis que no llega al doble, pero se acerca: un 15% contra un 8%]), la gente se asustó mucho cuando los republicanos pretendieron que Hillary les obligaría cambiar de médico. Obama da opción a todo el mundo a mantenerse con lo que tienen, sin que cambie nada.

El segundo ataque es que el gobierno federal creará un sistema de medicina socialistoide. [...] La alternativa de Obama es crear un programa de seguro público abierto a todo el mundo con el mismo nivel de prestaciones que el que tienen los empleados federales[...]. El sistema estará abierto a todos, tengan los antecedentes que tengan, y estará subvencionado según el nivel de ingresos de cada uno. Es voluntario para todos menos para los menores de 18 años, que deberán ser inscritos por sus padres de forma obligatoria.


Para otro día queda comentar los tipos de seguro médicos que se pueden tener en EE.UU., que también tienen su variedad.

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