Oda a España

De parte de españolito I:
Igualmente se callaron que hay una línea de AVE, de gran importancia para Madrid y su entorno, cuyas obras llevan años semiparalizadas porque el Gobierno central, de izquierda, castiga así a las dos regiones que unirá el trazado, Madrid y Valencia, gobernadas por la derecha. Hace apenas unas semanas, una Caja de Ahorros andaluza ha querido fusionarse con otra murciana, pero la Junta de Sevilla, socialista, lo ha impedido con el argumento de fondo de que en Murcia gobierna el PP y “no vamos a permitir que vengan a mangonear en Córdoba”.

Y una Administración con millones de funcionarios cuya plantilla no deja de engordar gracias a los taifas autonómicos, que tampoco podremos seguir financiando durante mucho tiempo. Y unos sindicatos de los que también cuida el Estado, que se oponen frontalmente a cualquier reforma que favorezca la creación de empleo con despido más barato.

[...]lo peor del momento histórico que estamos viviendo, con una terrible crisis económica que es, antes y por encima de todo, política, crisis de agotamiento del Régimen salido de la transición, es vernos obligados a capear el temporal con un insolvente en el puente de mando y con la clase política más mediocre de la democracia. Gente de escasa capacidad intelectual a derecha e izquierda, sin altura de miras, sin un ápice de grandeza para discrepar del líder.


de españolito II:
Lo que los políticos llaman, de forma aséptica, "desafección de la ciudadanía", comienza a ser un estado de cabreo latente derivado de los privilegios que acumulan nuestros representantes. Usted no puede subvencionar a una empresa en la que trabaja su hija, sea o no legal. O hay subvención o hay hija. Usted no puede utilizar a un empleado público para limpiar su piscina. Usted no puede ser senador ni tesorero y acarrear maletines con billetes de 500 euros, aunque sean de curso legal, incluso aunque no tengan restos de cocaína, que lo dudamos. Si usted se quiere dedicar a la política, tiene que ser un estrecho, o sea, que ni trajes de Milano ni cestas de navidad ni ostias. Pero sobre todo, usted ha de permanecer atento a la pantalla, no para proteger al corrupto, sino para extirparlo. Un partido político no puede comportarse como una religión ni como una secta, joder, a ver si distinguimos.

de españolito III:
[...] a veces coincido con la salida de los diputados del Congreso[...] saliendo del recinto con los aires que pueden ustedes imaginar. [...] Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato. Ni haber trabajado en su vida. Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza.

Cómo se reparten las dietas, los privilegios y los coches oficiales. Cómo organizan entre ellos, en comisiones y visitas institucionales que a nadie importan una mierda, descarados e inútiles viajes turísticos que pagan los contribuyentes. Cómo se han trajinado –ahí no hay discrepancias ideológicas– el privilegio de cobrar la máxima pensión pública de jubilación tras sólo 7 años en el escaño, frente a los 35 de trabajo honrado que necesita un ciudadano común. Cómo quienes llegan a ministros tendrán, al jubilarse, sólidas pensiones compatibles con cualquier trabajo público o privado, pensiones vitalicias cuando lleguen a la edad de jubilación forzosa, e indemnizaciones mensuales del 100% de su salario al cesar en el cargo, cobradas completas y sin hacer cola en ventanillas, desde el primer día.

Y españolito IV:
Uno de los fenómenos más sorprendentes de lo que está ocurriendo en estos tiempos de crisis[...] es hasta qué punto todo el estamento que vive del Erario Público puede proseguir con los abusos a los que nos tienen acostumbrados, sin recato alguno, frente a los ajustes dolorosos a los que tienen que hacer frente en su vida cotidiana el resto de los ciudadanos. Es alarmante el contraste entre la soberbia del estamento privilegiado y el miedo de las clases medias, trabajadoras e inmigrantes.

Y digo yo, ¿para cuándo lo de pasar de la queja a la acción? Es decir, tal como dice españolito I:
Es hora de ponerse en pie

y de no aceptar cosas como ésta:
preferimos cien veces las corruptelas y liberticidios menores del Partido Popular a la gran corrupción y desmesura en el gasto y en la imposición de los socialistas, de ese partido que [...] es el PSOE.

Si realmente gran parte de los españoles estamos hasta las narices de los políticos y de que todo lo que dicen este bañado de la sospecha del vacío de las palabras y cubierto únicamente del más auténtico cálculo político, ¿cuándo vamos a poner punto final y enviar a nuestra mediocre clase política, como leo que son catalogados casi a diario, a tomar viento, por no decir otra cosa más fea? ¿No será que, en el fondo, nos gusta?

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