Pues se acabó lo que se daba... el fin de semana largo en Philadelphia y Washington con unos amiguetes (Àlex, Gemma y Xavi) ya ha pasado. Me encontré con ellos el viernes por la noche y les dejé el lunes después del partido con los Knicks para volver a casa y currar el martes, que ya tocaba.
El sábado por la mañana cogimos el bus a Washington DC (District of Columbia), donde nos alojamos en el hotel Renaissance. DC es una ciudad gubernamental y se nota. Como convenimos con Steve, un compañero de grupo, es una ciudad "esterilizada", "aséptica", en el que los monumentos como la Casa Blanca o el Capitolio dominan el panorama. No es una ciudad en la que haya un gran movimento de gente más allá de los turistas. Eso sí, si algún día váis, os recomiendo que veáis el famoso monumento a Lincoln, que os sonará a miles de imágenes de pelis.
El domingo, otro viajecito en bus a Philadelphia, donde dormimos en el hotel Windsor. Philadelphia sí que tiene más chicha. De hecho, tiene una gran cantidad de historia detrás, puesto que es donde, entre otras cosas, Thomas Jefferson redactó la Declaración de Independencia de Estados Unidos. Históricamente, está ligada a Benjamin Franklin, otro personaje clave en la historia del país y con una vida dual entre científico y político. Pero tiene más... también es la ciudad donde se rodó Rocky (con la famosa carrerita por las escaleras del Museo de Arte de la ciudad), y tiene rincones, como South Street, interesantes y con mucho encanto. Yo casi que me hubiera quedado algún día más, jejejejej.
Y el lunes, paseíto matutino por Philly y vuelta a NYC por la tarde. En total, echamos 9 h en viajes y nos gastamos en billetes de bus el fortunón de... ¡45 dólares! El truco es sencillo: en la costa hay este existe una red de autobuses operada por gente de los barrios de Chinatown de las principales ciudades. Son los "buses chinos" y, como todo lo que toca esta gente, ¡es realmente barato! Ahora ya conocéis mi secreto.
Estar otra vez con mis amigos fue casi como estar en Barcelona y me hizo sentir cierta nostalgia de la vida allí. Después de todo, como en la tierra de uno en ningún lado, ¿no? Además, la próxima vez que vea a Gemma y Àlex será en septiembre, cuando vuelva a casa por vacaciones... ¡y ellos estén a punto de dar un paso importante en sus vidas! Espero que no se me enfaden por hacerlo público aquí...
La cuestión es que han sido unos días geniales, que la morriña le recuerda a uno que no se puede evadir de los sentimientos y que ahora hay mucho trabajo que hacer... ¡y muchos buenos momentos aún por pasar en EE.UU.!
Por cierto, sí, prometo poner fotos en cuanto Àlex se enrolle y me pase las que tiró (sí, sí, Alei, a veure si et portes!! ;-)).
El sábado por la mañana cogimos el bus a Washington DC (District of Columbia), donde nos alojamos en el hotel Renaissance. DC es una ciudad gubernamental y se nota. Como convenimos con Steve, un compañero de grupo, es una ciudad "esterilizada", "aséptica", en el que los monumentos como la Casa Blanca o el Capitolio dominan el panorama. No es una ciudad en la que haya un gran movimento de gente más allá de los turistas. Eso sí, si algún día váis, os recomiendo que veáis el famoso monumento a Lincoln, que os sonará a miles de imágenes de pelis.
El domingo, otro viajecito en bus a Philadelphia, donde dormimos en el hotel Windsor. Philadelphia sí que tiene más chicha. De hecho, tiene una gran cantidad de historia detrás, puesto que es donde, entre otras cosas, Thomas Jefferson redactó la Declaración de Independencia de Estados Unidos. Históricamente, está ligada a Benjamin Franklin, otro personaje clave en la historia del país y con una vida dual entre científico y político. Pero tiene más... también es la ciudad donde se rodó Rocky (con la famosa carrerita por las escaleras del Museo de Arte de la ciudad), y tiene rincones, como South Street, interesantes y con mucho encanto. Yo casi que me hubiera quedado algún día más, jejejejej.
Y el lunes, paseíto matutino por Philly y vuelta a NYC por la tarde. En total, echamos 9 h en viajes y nos gastamos en billetes de bus el fortunón de... ¡45 dólares! El truco es sencillo: en la costa hay este existe una red de autobuses operada por gente de los barrios de Chinatown de las principales ciudades. Son los "buses chinos" y, como todo lo que toca esta gente, ¡es realmente barato! Ahora ya conocéis mi secreto.
Estar otra vez con mis amigos fue casi como estar en Barcelona y me hizo sentir cierta nostalgia de la vida allí. Después de todo, como en la tierra de uno en ningún lado, ¿no? Además, la próxima vez que vea a Gemma y Àlex será en septiembre, cuando vuelva a casa por vacaciones... ¡y ellos estén a punto de dar un paso importante en sus vidas! Espero que no se me enfaden por hacerlo público aquí...
La cuestión es que han sido unos días geniales, que la morriña le recuerda a uno que no se puede evadir de los sentimientos y que ahora hay mucho trabajo que hacer... ¡y muchos buenos momentos aún por pasar en EE.UU.!
Por cierto, sí, prometo poner fotos en cuanto Àlex se enrolle y me pase las que tiró (sí, sí, Alei, a veure si et portes!! ;-)).
3 aportaciones:
Hola Jordi! Qué tal? Espero que muy bien. Soy tu prima Judit, tu hermanita me dijo la web de este blog tan chulo que te has hecho (Laura no te enfades por chivarme :p)Y voy leyendo de vez en cuando para ver que es vivir en NYC. Bueno si no te vuelvo a escribir ni hablamos algun dia por el msn, Hasta Septiembre!
a ver si es verdad que tu colega se enrolla y te manda fotos del finde..pero vamos que tu también podías poner alguna :P :P, q ya es lo único que le falta a tu blog!!!!!
enga a pasarlo bien y cuidatee!!
talueg:P
Es la primera vez que me meto en tu blog...perdona! tenia que haberlo hecho antes. y voy a intentar mandarte esto....mmm...ggggññññfffghhttt!!!
que no sale....a ver otra vez...
Genial!! no era tan dificil (me estaba planteando hacer un máster) :P
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