
Eso sí, con calma, que 20 h de viaje ayer (desde que salí de casita a las 10:30 h, hora española, hasta que llegué a casa a las 0:30 h, hora estadounidense) dan para cansarse uno. Especialmente, si toca pasar por las colas eternas del aeropuerto de Londres-Heathrow. Se vanaglorian de que es el aeropuerto más activo del mundo, pero yo no le veo honor, la verdad. Y es que, desde el jaleo de agosto, están de lo más quisquilloso con la seguridad, pero llega uno al puesto de seguridad y se encuentra que, a pesar de las colas, de las 6 puertas disponibles, ¡sólo funcionan 3! Digo yo, ya que se ponen tan puñeteros, que pongan más pasta y que haya más gente, ¿no? Así no se fastidiarán los pobres viajeros que no tienen la culpa de que haya energúmenos dispuestos a hacer el cafre. Si no, los terroristas consiguen un poco lo que quieren, la verdad...
Así pues, consejo: si vais a volar haciendo escalas, o bien buscáis otro aeropuerto de conexión, o bien contad con un mínimo de 2 horas y media para la escala en Londres si queréis ir tranquilos y no ir sufriendo por perder el avión.
Dicho esto, volvamos a la actividad...
(NOTA final: la foto del gatito, junto con otras, las he encontrado en el perfil Flickr de lucecita)
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