De vuelta al tema

Antes de nada, ¡Feliz año a tod@s! Vamos a ver si el 2007 nos depara buenos momentos y muchas alegrías.

De momento, yo ya he vuelto al estado habitual, es decir, a Port Jefferson, y al trabajo, después de algo menos de 2 semanas celebrando la Navidad en mi casita, en Mollet. Atrás quedan otra vez la familia y los amigos, a los que ya se echa de menos, las comilonas navideñas, el gustazo de poder ir andando a todos los sitios, conducir un pedaso de Focus dominando cuándo cambias de marcha, los cafés a media tarde con sabor a café, o el vivir sabiendo que el dinero no mueve al mundo, sino cosas mucho más intangibles.

Pero no todo es malo en la vuelta. Es un alivio poder ir al Starbucks a coger algo para desayunar (la nevera no daba para nada esta mañana, claro) sin que te reciban a base de villancicos y recuperar dos emisoras de radio sintonizadas en mi coche porque ya ponen otra vez música normal; volver al trabajo es más agradable sabiendo que nos han aceptado un nuevo artículo científico que ayuda a darle otro aire a mi CV; el tiempo es bastante suave (lo cual no sé si es bueno o malo, y confirma la tendencia que dicen marcada por El Niño); y, lo más importante, mañana me reencuentro con alguien muy especial que me ha faltado mucho estas dos semanas. Porque todo no puede ser malo al dejar mi querido país y mi querida casa, ¿no?

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