Se acabó el Día del Trabajo

No, esto no es ninguna entrada retrospectiva ni nada que me había quedado pendiente desde mayo. En Estados Unidos somos así de chulos y no celebramos nada el día 1 de mayo. En cambio, el primer lunes de septiembre es Labor Day, o Día del Trabajo, y es una de las festividades nacionales por antonomasia. Entre otras cosas, porque da lugar a un puente que algun@s (como muestra, un botón de los Hamptons, zona de ajetreo por excelencia del este de Long Island) usan como excusa para decir que es el final del verano (mañana, por ejemplo, ya empiezan las clases en la universidad donde trabajo) y pegarse la última gran juerga, o porque otr@s andan la mar de cachond@s con la vuelta del fútbol (americano) universitario y profesional.

Pero a todo esto, lo que os puede picar la curiosidad es: si el Día Internacional del Trabajador es el 1 de mayo, ¿por qué Estados Unidos va por libre? Lo primero, decir que no es el único país, ya que Canadá, Australia y Nueva Zelanda también lo celebran en fechas distintas. Lo segundo, una de las posibles razones está en el hecho que dio origen a la propia celebración: los disturbios en Chicago, allá por el 1886, con motivo de la exigencia de la jornada laboral de 8 horas por parte de los trabajadores. La Segunda Internacional estableció la fecha como homenaje a estos hechos, pero en EE.UU. se prefirió una fecha diferente, bien por temor a que diera pie nuevos brotes violentos con la excusa de conmemorar a los "mártires de la causa", bien porque la Segunda Internacional no se veía con muy buenos ojos. El caso es que, desde 1882, a principios de septiembre, se venía celebrando en NYC el desfile de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor) con asistencia masiva de trabajadores, así que el presidente de aquel entonces, Grover Cleveland, propuso esta fecha como Día del Trabajo, y así es hasta la actualidad.

¿Y qué he hecho yo para celebrar el Labor Day? Pues, a 4 días de mi vuelta a casita por vacaciones, la cosa no da para mucho y me ha tocado traicionar a los camaradas trabajadores... ¡Mis disculpas!