¡Qué plastas!



Hoy me he encontrado con esto en los periódicos:

Sarkozy interrumpe una entrevista en la CBS al enojarse por las preguntas sobre su exmujer

El otro día ya criticaba de pasada a la prensa (y, por desgracia, no es la rosa) que le dedica más tiempo al divorcio de un presidente que a una huelga que es significativa por ser la primera de un mandato en el que se han anunciado cambios importantes en los tradicionales derechos sociales en Francia. Pues nada, resulta que en la prensa española aparecen comentarios sobre el dichoso divorcio más a menudo que lo que se está cociendo en el país vecino que, de rebote, se puede "contagiar" a España. Como muestra, un botón. Echad un vistazo a la noticia que os enlazo y decidme de qué más se habló en la entrevista que le hacían a Nicolas Sarkozy en la CBS aparte del tema que propició su plante. Mmmmmmmmmm, ¿imposible? Pues nada, yo os ayudo, aunque os hará falta un poco de inglés.

La pregunta es: ¿realmente eso es lo más importante de lo que Sarkozy tiene que decir?

Hoy discutía con una compañera francesa lo de la mayor importancia que se le dio al divorcio en los medios de comunicación que a la huelga de funcionarios de transportes. Su respuesta ha sido muy razonada, diciendo que lo de los funcionarios tiene un poco de guasa, puesto que, entre otras cosas, están pidiendo poder mantener el privilegio de retirarse a los 55, mientras la mayor parte del resto de la población lo hace muchos años más tarde. Ella cree que no es justo y que, además, es insostenible económicamente. Precisamente eso es lo que ha llevado a Sarkozy a la presidencia y precisamente eso es lo que quiere cambiar en Francia. Pues bien, esos recortes y retoques en el estado de bienestar, ¿son menos importantes que el divorcio? ¿No deberían fomentarse debates con opiniones como las de mi compañera a partir de los medios de comunicación, dando datos y posibles escenarios?


En mi humilde opinión personal, Francia debería estar discutiendo sobre el futuro de su modelo social, no preocuparse de si su presidente se ha divorciado o no. Y lo mismo en España cuando se habla de más allá de los Pirineos. A mí, que el presidente del gobierno se separe me la trae totalmente al pairo. Lo que pido de un presidente es que sea eficiente y resuelva problemas. Que trabaje para lo que se le paga. Lo que haga con su vida privada, mientras no sea motivo de delito, es irrelevante. Y así creo que todo el mundo debería pensar.

Pero, claro, si la prensa ofrece este producto, es porque es lo que la gente quiere comprar... ¿no?

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