Curiosidades de la vida (del científico)

En los pocos ratos que tengo desde que estoy de pendoneo en España para recordarme que, en mi otra vida, trabajo como científico, me encontré con los resultados de la concesión de contratos Ramón y Cajal para jóvenes científicos en España. Ya os hablé de ellos hace un tiempo y también recordaréis que había pedido uno porque, al cierre del plazo, aún no tenía clara mi decisión.

Pues bien, si repasamos juntos las listas de candidatos elegibles y reservas, podremos encontrar que mi nombre no aparece en la lista de mi área de especialización, Ciencia y Tecnología de los Materiales. Sólo hay 28 elegibles de 129 evaluados, con lo cual, en base a esto, aún no me puedo considerar demasiado zoquete porque la competencia siempre es feroz. Eso sí, dado que tengo acceso a la evaluación de mi candidatura, decidí ver en qué posición me quedé. Ahí ya me noté la colleja: 90 de 129, con una puntuación de 68 de 100. La parte de "Valoración científico-técnica del candidato" está puntuada con un 50 sobre 80, mientras que "Valoración de las líneas de investigación" está puntuado con un 18 sobre 20. Está claro que me ha matao la primera parte. ¿Y por qué una nota tan baja en dicha primera parte? Producción escasa de artículos y número de citas. Vamos, lo que ya dije en su momento:

¿Y qué es tener mejor currículum? Básicamente, tener más artículos de investigación publicados, a poder ser, en revistas de alto impacto y como primer autor.


Así que, para ser sinceros, además de tener razón, el resultado no es ninguna sorpresa.

Lo que a lo mejor puede hacer arquear la ceja (por lo menos, a mí me produce esa reacción) es que soy el mismo que voy a empezar en un nuevo trabajo en septiembre como investigador en plantilla, con contrato tipo tenure-track, en el Lawrence Berkeley National Laboratory de California, uno de los centros de investigación más prestigiosos del mundo. Vamos, que no valgo para un contrato sin estabilidad en España y sí para uno con perspectivas fuertes de quedarme en Estados Unidos. ¿Suena a que el mundo va al revés? Pues no necesariamente. Los métodos de evaluación de los candidatos son totalmente diferentes, con lo cual los resultados no pueden ser consistentes. Mi candidatura al LBNL fue evaluada por miembros del mismo laboratorio, no de una agencia estatal, y fue, más que probablemente, en base a muchos más elementos que mi número de artículos, como son la opinión de otros científicos de prestigio en el mismo campo sobre mi trabajo (cartas de recomendación), mi perfil como investigador y la entrevista de día y medio que fui a hacer en enero. En cambio, el contrato español selecciona investigadores a paladas en función, casi única y exclusivamente, de sus artículos publicados, dando mucho menos peso al impacto del proyecto propuesto en la sociedad o en el sistema científico español o al día a día del investigador dentro de una dinámica de trabajo. Es decir, da a entender que se busca a la gente que publica más y mejor.

No voy a entrar a discutir qué sistema es el mejor porque, dado que yo he sufrido o disfrutado de los dos, no quiero que esto se convierta en un debate sobre mi caso, sino en un aprovechar mi experiencia con ambos sistemas para hacer un intento de compararlos más allá de la superficie de porcentajes de PIB y número de descubrimientos deslumbrantes. Así pues, aquí queda la comparación. Si a alguien le apetece discutir sobre ello, yo, encantado.

4 aportaciones:

Roke Iñaki Oruezabal dijo...

Buenas Jordi,después de haber echado un vistazo a mis áreas afines no me sorprende lo que comentas. POr lo que he podido observar sale gente con bastante experiencia senior (con grupo propio y proyecto), he visto casos de gente que tenía hasta dos grupos en dos países distintos o gente con más de 50 papers, brutal, un nivel brutal. Lo que ya sabíamos, hay tanta gente y tan buena con una mano delante y otra detrás por el mundo y tan pocas oportunidades que los que lo consiguen tienen currículum mejor que la mitad de los catedraticos del área, brutal.
Tengo una entrada en la cabeza en la que te vincularé, te adelanto que versará sobre la irrealidad de la supuesta carrera investigadora in SPain, simplemente fíjate dentro de los contratos concedidos en el número de ellos que previamente habían sido contratados JdC, a pesar de que se supone que es el escalón previo. La Oferta de plazas de investigAción es tan baja que hay un tremendo salto cualitativo entre los JdC y los RyC, el nivel esta altísimo...y no se vislumbran cambios...

Utah dijo...

Buenas Jordi, como apunta Iñaki (saludos), en la criba que se aplica a los "nuevos" actualmente no sobrevivirían muchos de los ya anquilosados en sus departamentos. Todos se van, y los que no están ya fuera, partirán en cuanto puedan. La cosa pinta paradójica, digna de un monólogo en el Club de la Comedia, un titular apocalíptico del rotativo sensacionalista de turno, o una tarde en esos programas de sobremesa donde desfilan las miserias de los asistentes con nombre de "La Tarde/Frivolidad de Mengana"; quizás así se le daría más importancia al problema y habría una mayor movilización.

Utah dijo...

Por cierto, envié tu post a menéame con el mismo título que elegiste, espero que no te importe.

Saludos.

Jordi dijo...

Bueno, Roke, si ya nos ponemos a analizar lo del paso de JdC a RyC la cosa se pone rumbera. La verdad es que el gobierno español ya se puede sentir orgulloso de que tanto fiera quiera volver a casa. Eso sí, cabe preguntarse si lo más óptimo es traer gente a paladas que ni sabe si se va a poder quedar después de 5 años ni si va a poder ejercer como investigador principal en algún momento ni si va a tener dinero para poder llevar a cabo la investigación que tiene en mente. Pero vamos, estando en agosto, no nos vamos a poner a cantar saetas, ¿no?

Por cierto, si estás seguro de que quieres enlazar tan humilde blog, pues yo agradecido, claro. Un honor...

Utah, lo que puede generar esa disparidad de CVs entre los presentes de generaciones pasadas (catedráticos o no) y nuevos llegados es que luego los primeros ponen todo tipo de trabas a la carrera de los segundos para que no les quiten promociones o les dé por ponerse de acuerdo y apoderarse de lo que tienen como terruño. Algo de eso ya he oído por ahí también. Pero eso es otro cantar...

¡Y gracias por mi primer meneo... Chispas!